Con motivo del Día Internacional contra la Homofobia, Transfobia y Bifobia, el Consejo Local de la Juventud de Valladolid, en colaboración con el Ayuntamiento de Valladolid y todas las entidades que conforman la Mesa de la Diversidad, ha impulsado una campaña conjunta de sensibilización y visibilización para seguir avanzando hacia una sociedad más libre, igualitaria y respetuosa con la diversidad sexual y de género.
Esta iniciativa ha contado con la participación activa de Fundación Triángulo, Movimiento contra la Intolerancia, Dialogasex, Cruz Roja Juventud, UGT Castilla y León, CCOO de Valladolid y Responsabilidad Social UVa, y se ha desarrollado durante toda la semana en diferentes espacios universitarios y plataformas digitales.
Entre las acciones llevadas a cabo, se han instalado mesas informativas en varias facultades de la Universidad de Valladolid y de la Universidad Europea Miguel de Cervantes. Estos espacios han servido como punto de encuentro para ofrecer información, resolver dudas y promover una reflexión colectiva sobre la realidad del colectivo LGTBIQ+.
Además, se ha diseñado y difundido un cartel con el lema de la campaña: “Tu odio no cabe en nuestra libertad”, que ha sido también el eje de una campaña en redes sociales. A través de distintos reels, se van a ir haciendo recomendaciones de películas, series, libros y música que representan la diversidad y dan voz a las experiencias del colectivo.
El viernes 16 de mayo en la rueda de prensa en el Ayuntamiento de Valladolid, se leyó el siguiente manifiesto:
Día Internacional contra la Homofobia, Transfobia y Bifobia
Hoy alzamos la voz en un día que no es solo de denuncia, sino también de memoria, de dignidad y de futuro. Más allá de esta fecha, nos reunimos para recordar que el amor y la libertad no necesitan permiso para existir.
El lema de este año es claro: “Tu odio no cabe en nuestra libertad”.
Y es así. No cabe.
Porque la libertad no es completa si se construye sobre el miedo de otras personas.
Sabemos que el odio no desaparece solo con buenas intenciones. Se combate con educación, con visibilidad, con leyes que protejan y con una cultura que no tolere ni una agresión más, ni una burla más, ni una vida menos.
Y también con orgullo. Porque vivir con orgullo, vivir siendo, ya es una forma de resistencia.
De cada historia callada, de cada puerta cerrada, de cada lágrima derramada, nacen hoy voces que se niegan a callar. Voces que gritan que merecen amor, respeto, oportunidades, seguridad. Que merecen vivir.
No pedimos tolerancia, pedimos igualdad en dignidad y derechos.
No queremos compasión, exigimos respeto.
No aceptamos que se nos diga cuándo, cómo o con quién podemos ser felices.
Este 17 de mayo es también para quienes aún no pueden alzar la voz, para quienes temen salir del armario en sus casas, en sus pueblos, en sus trabajos.
Vuestra libertad también es nuestra lucha.
Y a quienes aún miran con desprecio, con prejuicio o con violencia, les decimos claro:
Vuestro odio no cabe en el mundo que estamos construyendo. Porque la libertad no es negociable. Porque el amor no se discute.
Y porque existimos, resistimos y no vamos a dar ni un paso atrás.